OZZY OSBOURNE – El Paciente Inglés goza de buena salud

En el año 1997, la inolvidable película El Paciente Inglés arrasó en la ceremonia de entrega de los Premios Oscars alzándose con 9 estatuillas. En aquella historia Ralph Fiennes interpretaba al cartógrafo húngaro el conde László Almásy, que después de sufrir graves quemaduras en el cuerpo a raíz de un accidente aéreo, se entrega a los cuidados de Hana, la imperturbable y fiel enfermera en el cuerpo de Juliette Binoche.

 

Y bien podríamos hacer un paralelismo entre aquella película y el cúmulo de situaciones que debió atravesar nuestro querido Ozzy Osbourne. Él también tuvo que enfrentar serios problemas de salud que pusieron en peligro no solo su continuidad como artista, sino también, su vida. Él, al igual que aquel otro paciente inglés, tuvo a su lado a una salvadora: la incondicional Sharon Osbourne, para ayudarlo en su recuperación. Ozzy, a diferencia del personaje de Fiennes, logró recuperarse y ponerse de pie para volver al ruedo. Luego de someterse a varias operaciones con el fin de poder desplazarse nuevamente, después de ser diagnosticado con el mal de Parkinson y de dejar atrás adicciones varias, El Príncipe de las Tinieblas de a poco comenzó a mostrar señales de vida.

 

Primero con la llegada del sorprendente Ordinary Man del 2020, un álbum en donde la fragilidad estuvo presente y al que muchos críticos y fans vieron pasar sin demasiado entusiasmo, a pesar de ser un trabajo que dejaba vislumbrar algunos aciertos fundamentales en el camino de regreso que emprendía este caballero legendario. El primero de esos aciertos fue entregarse a los brazos del joven y talentoso productor Andrew Watt al que conoció cuando participara en la canción Take What You Want del rapero Post Malone. Watt es un exquisito de paladar amplio capaz de condimentar magistralmente platos tan disimiles como Justin Bieber, Selena Gomez, Miley Cyrus, Avicci o Blink 182. Y como dato al pie, se dio el lujo de tocar la guitarra en el supergrupo California Breed junto a Glenn Hughes y Jason Bonham. Todo dicho. Y el segundo acierto de Ozzy fue tomar la decisión de jugar y divertirse con otros músicos para ampliar su paleta de colores. Ordinary Man lo vería junto Duff McKagan, Chad Smith, Elton John, Post Malone y Travis Scott.

Claramente la formula dejó tan satisfecho a Ozzy que al poco tiempo de la edición de aquel álbum comenzaron a circular los rumores acerca de una nueva producción en conjunto con Andrew Watt. Parecía mentira, pero resultó ser cierto.

 

Fue así que el 9 de septiembre de 2022, el decimotercer álbum de Osbourne, Patient Number 9, otra vez con Watt en la producción y nuevamente acompañado por una andanada de músicos como pocas veces se ha visto en la historia del metal. Mis queridos rockeros, lo que Ozzy nos ha regalado es la definición más acabada de lo que un crossover significa. Patient Number 9 quedará siempre en un lugar preferencial dentro de los anales del Heavy, gracias a la participación de Robert Trujillo, Chad Smith, Jeff Beck, Mike McCready, Zakk Wylde, Eric Clapton, Tony Iommi y el desaparecido Taylor Hawkins. Quedó afuera Jimmy Page, pero en definitiva, él se lo perdió…

 

Claramente estamos hablando de un álbum orientado a las guitarras en el que la densidad, pesadez y la contundencia vuelven a ser el hilo conductor de un puñado de canciones fantásticas como hacía mucho no brillaban en un álbum de Ozzy. Es difícil sintetizar lo que transmite este trabajo mencionando un puñado de canciones, porque el nivel es altísimo y muy parejo. La voz de Ozzy sigue siendo esa marca registrada e icónica que regresa como tantas otras veces para endulzarnos los oídos e hipnotizarnos como el canto de las sirenas.

 

Todo el álbum ofrece guiños cómplices sobre la locura, la inmortalidad y esa golocina tan apetecible y con la que soñamos todos los amantes del rock and roll: el infierno.

 

Un disco pensado tanto para poder sonar en las radios como para ser disfrutado en vivo, coreando cada una de sus canciones. A esta altura todos sabemos que lo de Ozzy nunca fue lo extremo, lo gutural o el new metal. El disfruta haciéndose entender y haciéndonos participar cantando cada vez que puede.

 

No tengan dudas de que Patient Number 9 es una de las ediciones más importantes del año en un mes de septiembre recargado de grandes lanzamientos. Es un álbum que devuelve a Ozzy al estado en el que él mejor se mueve gracias a estos nuevos clásicos. Entre ellos hay que destacar al tema que le da nombre al disco en donde Beck hace de las suyas, Inmortal con un Mike McCready sorprendente, One of Those Days con Slowhand participando en el que para mí es la gran canción del disco y las dos gemas en las que su cómplice de toda la vida Tony Iommi desempolva riffs de filos oxidados, peligrosos y de lo más pesado, No Escape From Now es memorable por donde se lo analice y qué decir de Degradation Rules, uno de los simples adelanto del álbum que ya hacía entrever que esta vuelta la cosa vendría haciendo golpear las cadenas sobre el asfalto y sacando chispas.

 

No quiero dejar de mencionar la participación de Zakk Wylde que ha vuelto a trabajar con su “padre” luego de pasar una temporada en cuarteles de invierno. Wylde fue el arquitecto del sonido de Ozzy desde su ingreso en el año 1988 cuando se editara No Rest For The Wicked. Pero también es cierto que con el paso del tiempo, el estilo del guitarrista terminó por cubrirlo todo, como la tela de una laboriosa araña, y no fueron pocos los que entendieron que al momento de la edición de Black Rain en 2007, un ciclo se había cumplido. Entre ellos, el propio Madman.

 

Es por eso que Patient Number 9, también suena a reconciliación, a reivindicación y Wylde lo supo desde un comienzo. El violero aporta lo suyo en su justa medida y sin dudas los temas en los que interviene son los más pesados del álbum. No dejen pasar Evil Shuffle por favor. Es uno de esos temas que si no son tocados en vivo probablemente queden en el arcón de los tesoros perdidos. Me lo van a agradecer.

 

Qué va a pasar con Ozzy de ahora en más? Supongo que seguirá en el juego, a su manera y como pueda. En estas últimas semanas se lo vio activo, con breves apariciones en vivo, disfrutando como un chico. En una reciente entrevista aseguró que ya está listo para soportar un show entero, pero habrá que ver. No me imagino giras interminables, pero quién sabe. Después de todo estamos hablando de un ser único, de un sobreviviente, de un paciente ingles que ha burlado a la muerte infinitas veces y que por lo que se ve, aún goza de buena salud.

 

MANUEL “EL ASTRONAUTA DEL ROCK” KYSLINGER